Lo que se supondría seria un viaje a corta distancia para los estudiantes del MBA, para mí se convirtió en la aventura más divertida de mis últimos meses. Íbamos en un autobús desde el Campus del Bronx hacia el de New Rochelle, 30 minutos de viaje, la mayoría venían dormidos, imagino que cansados después de una jornada de trabajo, y por otro lado estaba yo pegada a la ventana observando el panorama.
Fue amor a decima vista, creo que por primera vez me deje deslumbrar y admire detenidamente lo extraordinaria y majestuosa que se veían las luces del puente (por cierto no tengo ni idea el nombre del puente aquel). Pero, el punto es que en 2 años que tengo viviendo aquí, nunca había visto lo especial de las luces de la ciudad.
Wao! de cuantas cosas más me estaré perdiendo, por la prisa con la que transcurren los días, el trabajo, la falta de tiempo o simplemente estar distraídas en otra cosa. Siempre habrá algo nuevo, incluso lo viejo se vuelve nuevo cuando lo vemos desde una óptica distinta.
Llega un momento, en que te sientes cansada de todo, de hacer las mismas cosas todos los días, la monotonía ... pero, no será esta percepción un problema mental. Cada amanecer Dios nos da la oportunidad de reinventar la rueda, de descubrir cosas nuevas y hacer lo mismo de una manera distinta.
La vida es un ciclo, recuerdo que en clase de biología nos decían " las plantas nacen, crecen, se reproducen y mueren". De igual manera, cada aspecto de nuestra existencia funciona a manera de ciclos. Solo que a veces nos resistimos a la idea de que algo pueda morir...
La muerte nos produce miedo, aversión a lo desconocido, al cambio, mas sin embargo, la muerte le precede a la resurrección, y cuando resucitamos nos convertimos en creaturas nuevas.
Caso igual se presenta en las relaciones. El noviazgo es un ciclo, el amor no se acaba pero, si cambia de cuerpo, debemos identificar cuando el ciclo terminó, cuando la relación murió y así darle paso a un nuevo amor.
Así sucesivamente, en el trabajo llega un momento en que sentimos que no crecemos, que estamos estancados y no encajamos en determinada posición. Es una señal de que hay que dar el paso y navegar a otros mares.
Después de game over, podrás start again, eso quiere decir que siempre habrá una oportunidad de comenzar de nuevo, pero, primero tienes que dejar ir , saldar facturas pasadas y ahí sí, borrón y cuenta nueva.
La vida es maravillosa, no dejes que se le vaya el sabor. No importa donde estés, la edad que tengas o la situación determinada que estés atravesando, encontrarás un proyecto, un nuevo amor, un lugar al que jamás hayas ido, un deporte, un libro, una pintura, un museo, una canción, una danza, un aroma, un restaurante, una aventura extrema, un sueño que cumplir, un chiste que te haga reír hasta llorar por la risa misma, un idioma que aprender, una meta, un viaje, una sensación que te robe el aliento, que caliente tu corazón y le ponga chispa a tu vida.
No permitas que tus días te pasen por encima, haz que cada amanecer sea una historia distinta, vive como si nunca fueras a morir, pero, trata de que cada anochecer, cuando estés a solas con tu almohada, haya al menos un momento inolvidable, que al final te haga pensar: "si muero mañana lo haré felizmente".
La vida es eso: un millón de momentos, escápate de la monotonía, saborea cada sorbo de Coca Cola, olfatea el Chanel #5, escucha un clásico de Frank Sinatra o de Manzanero , baila el "Farolito" de Juan Luis Guerra y con muchas vueltas, haz chistes de los que sólo tu mejor amiga y tu mamá se reirían, di te quiero y házlo de corazón, cómete 2 rollos de sushi sola, cómprate unos zapatos fucsia y un vestido de lentejuelas y sal a celebrar, celebra la vida y vive, VIVE CON PASION.
Isaías 43, versículo 18. “No os acordáis de las cosas pasadas ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí, que yo hago cosas nuevas, pronto saldrá a luz, no la conoceréis. Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad”.
