Debo admitir que soy muy #oldfashion, de esas que se aprenden las letras
de las canciones cuando hace mucho que han dejado de ser un hit parade en la
radio y de las que compra el celular que esta mas "in" cuando ya todo
el mundo lo tiene. En estos días estaba hablando con mi mejor amiga sobre
cuando nos cambiaríamos para iphone, comentábamos que nuestros amigos mas cercanos
está dejando sus blackberries para rendirle tributo a una de las maravilla de Steve
Job.
Pero, pensábamos que haríamos
luego, lo más interesante de blackberry es la interacción con la gente, puedes
ver si se sienten mal y darles palabras
de aliento en tiempo real o ver las primeras fotos de tu primo recién nacido al
instante e incluso hablarle a tu tía minutos antes de entrar al quirófano.
Por otro lado, con el Iphone nos tiraríamos
las fotos mas "cool" y tendríamos la conexión más rápido, y ya... no haríamos
mas nada, el teléfono volvería a ser usado para lo que fue creado, solo para
hablar. Para no alargarle la historia, aun seguimos con nuestras blackberries y
somos felices. A lo mejor en dos meses nos cambiamos a Iphone pero, no nos ha
llegado EL TIEMPO PERFECTO.
He estos días leí esta frase y quiero compartirla con ustedes, para mí
fue la respuesta a muchas dudas y preocupaciones internas; "Fluir, como el Rio hacia el Mar, no por obligación o
condena sino por naturaleza". Es impresionante como con una solo expresión
he podido describir todo un proceso que se a muchos de ustedes le ha ocurrido.
La indecisión es uno de los padecimiento emocionales mas crónicos y devastadores que el
ser humano puede atravesar, sientes que estas en un trayectos largo, ya casi acercándote a la meta y escuchas el
tic tac del reloj... de repente se despliegan dos caminos, y tu estas ahí en el
centro, aéreo, perdido , no sabes cual elegir, uno es el que quieres y otro es
el correcto, el que necesitas, el que mereces.
Olvídate del sonido estridente de las manecillas del
reloj, deja que el rio fluya... no obligues a que nada pase, deja que todo
ocurra naturalmente, sin dolor, sin arrepentimientos, sin dudas, sin miedos...
En cuestiones de trabajo he pasado por esta disyuntiva ,
he tenido el dilema de renunciar o no ante un trabajo en el que ciertamente he
estado en mi zona de comfort pero, a la vez he sabido que me estanca y obstruye
mi crecimiento profesional . Lo mismo en el amor, a cuántos de nosotros no nos ocurre que
estamos en una relación con una persona que no nos conviene, que nos hace
felices a media y que simplemente estamos a su lado por obsesión, compañía,
cariño, capricho o costumbre.
Se el dolor de cabeza que produce caminar por valles
delicados sabiendo que uno esta errado y cargando con una cruz por hedonismo
pasajero, contentándonos a jugar a la existencia. He aquí la buena noticia: no
te presiones, todo ocurrirá a su tiempo perfecto . Pero, por favor no te fíes,
no desmayes, continua en movimiento. Trata siempre de que tu pensamientos y acciones
coincidan y estén en completa armonía, no olvidas que la omisión y el dejar de
hacer ya es una decisión per ce .
Suelta el pasado que te oprime, para que puedas abrazar
el futuro esperanzador que te espera, no lo hagas de prisa, hazlo en el momento
oportuno, no por el ruido del reloj o de las opiniones de los demás , sino porque simplemente ya esa etapa culminó y
tu corazón, tu alma, tu cuerpo y espíritu quieren ascender hacia otro nivel en la
escalera que llamamos vida.
“Y
Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez en el tiempo que Dios le
había dicho” Génesis 21:2
Bendiciones
infinitas,
Chanel
Fdez