lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Libre expresión?



Admito que no había querido opinar sobre la “Reforma” y el clima de hostilidad que se vive en mi siempre entrañable Quisqueya  producto de las respectivas implicaciones sociales, económicas y políticas de dicha enmienda. No apoyo la manera irresponsable, burlesca, ignorante y un tanto superflua con la que muchos dominicanos protestan, escudados bajo  el manto de “libre expresión”,  una “expresión”  segada de fanatismo político,  carente de fondo y de argumentos bien sustentados que conduzca a una revolución popular.

 Se ha llegado a lo banal, a lo mundano, se ha profanado el fin  y  las manifestaciones reflejan una simple moda de proliferar y repetir todo lo que dice el vecino para ser encajar con el “folk” y el tema que esta al tapete en el momento. La vorágine que se ha desatado en mi querida Republica Dominicana vas mas allá de lo político, trasciende la ineficiencia y poca integridad de nuestros líderes,  no es una guerra partidaria, lo que se vive en nuestro es país es el resultado de falta de conciencia ciudadana.  

Tú y yo somos culpables de una manera u otra, por contribuir y hacernos participe de un sistema mediocre, corrupto y una sociedad individualista que le importa un carajo el bien común. En mi país  hace falta muchos Sánchez, Duarte, Luperon, Minerva, Manolo… gente que luchen por un propósito colectivo más que por intereses propios. Hombres de palabra. Personas que no vendan su conciencia y su dignidad por dos pesos. Estudiantes que cumplan con su deber, sedientos de conocimientos, cultos, mejor informados, letrados, educados. Hijos obedientes. Padres que prediquen con el ejemplo. Empleados eficientes, puntuales, honestos. Individuos comprometidos con la sostenibilidad del medio ambiente.

Duele… cuanto duele sabernos lejos del modelo a seguir, escasean hombres y mujeres de  corazón humilde, que amen a Dios sobre toda las cosas y al prójimo como así mismo, que honren a su padre y su madre, y aunque Moisés olvido mencionar debería ser mandamiento universal que se  rinda tributo a la patria, que cada uno de nosotros se comprometa en usar sus talentos en favor de la nación  y a luchar por la familia grande que es nuestro país, un potencia sedimentada sobre la roca fuerte que es Dios y que  “Mas Quisqueya la indómita y brava, Siempre altiva la frente alzará; Que si fuere mil veces esclava, Otras tantas ser libre sabrá.
Numeros 406:  “la soberanía es prerrogativa de la Ley, no de la voluntad arbitraria de los hombres. Las leyes injustas y las medidas contrarias al orden moral no obligan en conciencia”.

Bendiciones infinitas,

Chanel Fdez